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Ella sabía que lo necesario era entender que todo se acabó y mantener en el recuerdo lo vivido. Las buenas y malas experiencias le servirán como un referente para saber cómo actuar en el presente y tener en claro lo que le espera en el futuro. Pues las lecciones dolorosas son las que más aprendizaje dejan, son las que ayudan a crecer y madurar.

Sabía también q no se debe idealizar a la pareja, porque cada persona es única, con defectos y virtudes, y deben ser aceptadas como tales. Pero para lograrlo es necesario desligarse de la imagen perfecta que se tiene sobre el hombre de sus sueños, que en la mayoría de los casos persiste en la mente. Por otro lado, sabía q ante el fracaso de esa relación, era importante tomar ese hecho de forma objetiva, y no pensar que en el futuro ya no se iba a enamorar. Asimismo, debía ella tener en claro que la ruptura de una relación no significaba una derrota personal, sino una experiencia más.

Sabía también en el caso específico de las relaciones sentimentales, que cada una de ellas es una experieninta y particular, de las que tendría q rescatar vivencias positivas y negativas. Para una siguiente relación ya se tiene en claro qué es lo que se espera de la otra persona y qué cosas no se estará dispuesta a tolerar

Se entristece tener q culminar una relación sentimental ya q deja una sensación de vacío y dolor que algunas personas como ella, no saben manejar y piensan que sólo podrán superar con la ilusión de un nuevo amor; situación q ella comúnmente califica con la frase un clavo saca a otro clavo.

Aunque luego de una desilusión amorosa las ganas de fijarse en otra persona le serán nulas. El miedo, la desconfianza, los fantasmas del pasado y la incertidumbre son algunas sensaciones que le bloquean las ganas de volver a amar; frente a esta situación ella sabe lo importante q es tener presente que cada experiencia es diferente y que se debe aprender de los errores del pasado.

Lo aconsejable, según ella; luego de culminar una relación dejar pasar un tiempo prudencial en soledad, para reflexionar de los errores y aciertos que se vivieron con la última pareja. Este periodo le servirá para mentalizarse sobre el futuro; conocer gente nueva y retomar así la vida social.

Una vez superado el dolor podrá plantearse con tranquilidad la posibilidad de volver a enamorarse. Nadie le garantizará que no volverá a sufrir, pero ahora sabrá qué actitudes no repetirá y su capacidad de amar será diferente porque habrá madurado.